• lunes, 19 de diciembre de 2011

      LUCAS




      E l fútbol se aleja cada día más del romanticismo. Transita en permanente contradicción. La crisis es galopante (más de 3.500 millones entre Primera y Segunda División), las deudas a los jugadores se disparan (al menos 40 millones) y una veintena de sociedades anónimas deportivas españolas se han visto abocadas a la Ley Concursal para no descender por impago. Pero los dueños que dan un paso atrás son la excepción. En muchos casos, los hilos del deporte rey no los mueven ni los presidentes, ni los directores deportivos, ni los entrenadores. Ni siquiera, los propios jugadores. Están en manos de representantes que trabajan con dirigentes por afinidad o puro negocio. El futbolista franquicia, tipo Butragueño, Casillas, Puyol o Xavi, ligado a su equipo del alma durante casi toda su carrera, es una especie en extinción. A los representantes les interesa mover el árbol del mercado para que los millones de las comisiones caigan como fruta madura.
      Virtuosos del balón son marionetas en manos de sus agentes. Recientemente, Agüero se presentó en el Vicente Calderón con su 'gente de confianza'. Persuadido por la empresa IMG, que también trabaja con Maradona, su suegro, el 'Kun' dio un golpe en la mesa e hizo público su deseo de salir del Atlético. Quiere irse al Real Madrid, el eterno rival, y se creyó que las negociaciones estaban muy avanzadas. A día de hoy, sin embargo, la única oferta es la de la Juventus, ni siquiera clasificado para la 'Champions'. Gonzalo Rebasa y Hernán Reguera, sus dos agentes, han roto entre ellos. El primero ya no trabaja para IMG pero el 'Kun' es esclavo de sus palabras. Tendrá que salir pero quizá no en las condiciones ni al destino soñados. Y si continúa, siempre será un traidor para la afición que le idolatró.
      El 'socio' de Mourinho
      Unas declaraciones de Ernesto Bronzetti, representante italiano y viejo asesor de Florentino Pérez, sobre un acuerdo entre el Real Madrid y el brasileño Neymar, un delantero de solo 19 años al que se compara con Ronaldo, abrieron todas las webs deportivas. Una demostración del poder de la profesión de moda en verano. El número uno del ranking es el portugués Jorge Mendes, un filón junto a Mourinho. Mendes, director de la empresa Gestifute, encarna el sueño de todo comercial americano. Comenzó con la gestión de vallas publicitarias en el Vianense, un club de la Segunda B portuguesa donde jugaba, luego abrió un videoclub y más tarde una discoteca donde conoció a Nunes, portero del Depor y de Osasuna, entre otros, que fue su primer representado.
      Catorce años después, el poder de Mendes en el fútbol es superlativo. En las redes sociales se suceden los comentarios sobre si el Madrid se ha convertido en su «sucursal» o en una «mafia» de los portugueses. Mendes goza de permiso para presenciar los entrenamientos y entrar en el vestuario tras los partidos, terreno vetado el curso pasado para Jorge Valdano.
      En cuatro años, el club blanco ha invertido cerca de 200 millones en jugadores representados por este agente. Pepe, Cristiano Ronaldo, Di María, Carvalho y, por supuesto, Mourinho, llegaron con su aval. Y Coentrao está cada día más cerca del Madrid pese a que el Benfica pide entre 25 o 30 millones por este lateral izquierdo joven y el club cuenta para ese puesto con Marcelo, elegido recientemente el mejor de la Liga de Campeones.
      Mendes y Mourinho son uña y carne. Allí donde coinciden, los negocios florecen. El técnico confía a pies juntillas en los hombres de su 'regente'. Exigió los fichajes de Carvalho, Paulo Ferreira, Cech y Tiago para el Chelsea, y en el Inter pidió a Motta y Quaresma. En total, cerca de 150 millones en movimientos. Y un buen pico para él. ¿Cuánto? En el mundo de los agentes, la comisión es como mentar la bicha. Nadie dice ni 'Mou'.
      El lado opaco del Barça
      El Barça, un ejemplo universal de trabajo bien hecho, también muestra su lado opaco. Tras una etapa en un segundo plano, irrumpió de nuevo en 2007 Josep Maria Orobitg, de la mano de Pep Guardiola, en un claro ejemplo de simbiosis entre representante y representado. El agente catalán, que consiguió en su día los mejores contratos posibles para el futbolista de Santpedor, recuperó un protagonismo en el club azulgrana con la llegada de Guardiola. Es indiscutible que el técnico acertó apostando por Sergio Busquets, pero nadie sabrá nunca si hubiera sido tan valiente de no ser un centrocampista representado por Orobitg, que también llevó a su padre, Carlos Busquets, en tiempos del 'Dream Team' de Johan Cruyff. Sus tentáculos se han extendido sobre jugadores del filial que ya han aparecido en el primer equipo como Martín Montoya, Jonathan Soriano, Sergi Roberto, Sergi Gómez, Cristian Tello...
      Con Orobitg mantiene una buena relación el hermano de Pep Guardiola, Pere, que también se ha hecho un hueco en el mundo de los agentes. Podría decirse que se reparten el pastel, aunque, salvo que se demuestre lo contrario, sus empresas son diferentes. A Pere Guardiola, que trabajaba con Sandro Rosell en el departamento de marketing de Nike, lo fichó Jaume Roures para MBS (Media Base Sports), desde donde lleva la imagen de Iniesta, aunque no su representación. Sí es el agente de los hermanos Alcántara, Thiago y Rafa, y de otras joyas del fútbol base como los cadetes Sergi Samper y Jon Toral, quien jugará en el Arsenal la próxima temporada. Un lío. Amigos, hermanos, el dueño de los derechos televisivos... Muchos sospechan que en el Barça algunos se están poniendo las botas, y no precisamente de fútbol, pero los excelentes resultados tapan cualquier posible crítica.
      El 'Atlético de Quilón'
      Filipe Luis y Mario Suárez, integrantes de la primera plantilla, también son de Quilón.
      En su momento se público, sin que nadie lo desmintiera, que Quilón, agente también del técnico Rafa Benítez, fue quien 'rescató' a Fernando Torres para el 'Spanish Liverpool', aunque los asuntos del 'Niño' los dirige 'Bahía Internacional', la empresa que lideró el mediático José Antonio Martín Petón.
      La desazón de la sufrida afición atlética, que se cuestiona por qué los dueños de su sociedad anónima se aferran al poder pese a quejarse de que la deuda se eleva a casi 200 millones y el fútbol les cuesta dinero, contrasta con el alegrón de Miguel Ángel Gil al ser elegido el mejor gestor de un club de fútbol en la gala de los 'Globe Soccer Awards' celebrada en el hotel Dubái Armani. Ahí también se eligió al mejor agente, honor que recayó en el portugués Jorge Mendes, quien cerró varias operaciones con el Atlético, como las de Maniche o Costinha, antes de convertirse en 'director deportivo de facto' del Real Madrid. Con buenos contactos, el oficio de intermediario resulta tan lucrativo que en su día animó incluso a la modelo Nuria Bermúdez, exagente del delantero jerezano Dani Güiza.

      CARLOS

      E l fútbol se aleja cada día más del romanticismo. Transita en permanente contradicción. La crisis es galopante (más de 3.500 millones entre Primera y Segunda División), las deudas a los jugadores se disparan (al menos 40 millones) y una veintena de sociedades anónimas deportivas españolas se han visto abocadas a la Ley Concursal para no descender por impago. Pero los dueños que dan un paso atrás son la excepción. En muchos casos, los hilos del deporte rey no los mueven ni los presidentes, ni los directores deportivos, ni los entrenadores. Ni siquiera, los propios jugadores. Están en manos de representantes que trabajan con dirigentes por afinidad o puro negocio. El futbolista franquicia, tipo Butragueño, Casillas, Puyol o Xavi, ligado a su equipo del alma durante casi toda su carrera, es una especie en extinción. A los representantes les interesa mover el árbol del mercado para que los millones de las comisiones caigan como fruta madura.
      Virtuosos del balón son marionetas en manos de sus agentes. Recientemente, Agüero se presentó en el Vicente Calderón con su 'gente de confianza'. Persuadido por la empresa IMG, que también trabaja con Maradona, su suegro, el 'Kun' dio un golpe en la mesa e hizo público su deseo de salir del Atlético. Quiere irse al Real Madrid, el eterno rival, y se creyó que las negociaciones estaban muy avanzadas. A día de hoy, sin embargo, la única oferta es la de la Juventus, ni siquiera clasificado para la 'Champions'. Gonzalo Rebasa y Hernán Reguera, sus dos agentes, han roto entre ellos. El primero ya no trabaja para IMG pero el 'Kun' es esclavo de sus palabras. Tendrá que salir pero quizá no en las condiciones ni al destino soñados. Y si continúa, siempre será un traidor para la afición que le idolatró.
      El 'socio' de Mourinho
      Unas declaraciones de Ernesto Bronzetti, representante italiano y viejo asesor de Florentino Pérez, sobre un acuerdo entre el Real Madrid y el brasileño Neymar, un delantero de solo 19 años al que se compara con Ronaldo, abrieron todas las webs deportivas. Una demostración del poder de la profesión de moda en verano. El número uno del ranking es el portugués Jorge Mendes, un filón junto a Mourinho. Mendes, director de la empresa Gestifute, encarna el sueño de todo comercial americano. Comenzó con la gestión de vallas publicitarias en el Vianense, un club de la Segunda B portuguesa donde jugaba, luego abrió un videoclub y más tarde una discoteca donde conoció a Nunes, portero del Depor y de Osasuna, entre otros, que fue su primer representado.
      Catorce años después, el poder de Mendes en el fútbol es superlativo. En las redes sociales se suceden los comentarios sobre si el Madrid se ha convertido en su «sucursal» o en una «mafia» de los portugueses. Mendes goza de permiso para presenciar los entrenamientos y entrar en el vestuario tras los partidos, terreno vetado el curso pasado para Jorge Valdano.
      En cuatro años, el club blanco ha invertido cerca de 200 millones en jugadores representados por este agente. Pepe, Cristiano Ronaldo, Di María, Carvalho y, por supuesto, Mourinho, llegaron con su aval. Y Coentrao está cada día más cerca del Madrid pese a que el Benfica pide entre 25 o 30 millones por este lateral izquierdo joven y el club cuenta para ese puesto con Marcelo, elegido recientemente el mejor de la Liga de Campeones.
      Mendes y Mourinho son uña y carne. Allí donde coinciden, los negocios florecen. El técnico confía a pies juntillas en los hombres de su 'regente'. Exigió los fichajes de Carvalho, Paulo Ferreira, Cech y Tiago para el Chelsea, y en el Inter pidió a Motta y Quaresma. En total, cerca de 150 millones en movimientos. Y un buen pico para él. ¿Cuánto? En el mundo de los agentes, la comisión es como mentar la bicha. Nadie dice ni 'Mou'.
      El lado opaco del Barça
      El Barça, un ejemplo universal de trabajo bien hecho, también muestra su lado opaco. Tras una etapa en un segundo plano, irrumpió de nuevo en 2007 Josep Maria Orobitg, de la mano de Pep Guardiola, en un claro ejemplo de simbiosis entre representante y representado. El agente catalán, que consiguió en su día los mejores contratos posibles para el futbolista de Santpedor, recuperó un protagonismo en el club azulgrana con la llegada de Guardiola. Es indiscutible que el técnico acertó apostando por Sergio Busquets, pero nadie sabrá nunca si hubiera sido tan valiente de no ser un centrocampista representado por Orobitg, que también llevó a su padre, Carlos Busquets, en tiempos del 'Dream Team' de Johan Cruyff. Sus tentáculos se han extendido sobre jugadores del filial que ya han aparecido en el primer equipo como Martín Montoya, Jonathan Soriano, Sergi Roberto, Sergi Gómez, Cristian Tello...
      Con Orobitg mantiene una buena relación el hermano de Pep Guardiola, Pere, que también se ha hecho un hueco en el mundo de los agentes. Podría decirse que se reparten el pastel, aunque, salvo que se demuestre lo contrario, sus empresas son diferentes. A Pere Guardiola, que trabajaba con Sandro Rosell en el departamento de marketing de Nike, lo fichó Jaume Roures para MBS (Media Base Sports), desde donde lleva la imagen de Iniesta, aunque no su representación. Sí es el agente de los hermanos Alcántara, Thiago y Rafa, y de otras joyas del fútbol base como los cadetes Sergi Samper y Jon Toral, quien jugará en el Arsenal la próxima temporada. Un lío. Amigos, hermanos, el dueño de los derechos televisivos... Muchos sospechan que en el Barça algunos se están poniendo las botas, y no precisamente de fútbol, pero los excelentes resultados tapan cualquier posible crítica.
      El 'Atlético de Quilón'
      Filipe Luis y Mario Suárez, integrantes de la primera plantilla, también son de Quilón.
      En su momento se público, sin que nadie lo desmintiera, que Quilón, agente también del técnico Rafa Benítez, fue quien 'rescató' a Fernando Torres para el 'Spanish Liverpool', aunque los asuntos del 'Niño' los dirige 'Bahía Internacional', la empresa que lideró el mediático José Antonio Martín Petón.
      La desazón de la sufrida afición atlética, que se cuestiona por qué los dueños de su sociedad anónima se aferran al poder pese a quejarse de que la deuda se eleva a casi 200 millones y el fútbol les cuesta dinero, contrasta con el alegrón de Miguel Ángel Gil al ser elegido el mejor gestor de un club de fútbol en la gala de los 'Globe Soccer Awards' celebrada en el hotel Dubái Armani. Ahí también se eligió al mejor agente, honor que recayó en el portugués Jorge Mendes, quien cerró varias operaciones con el Atlético, como las de Maniche o Costinha, antes de convertirse en 'director deportivo de facto' del Real Madrid. Con buenos contactos, el oficio de intermediario resulta tan lucrativo que en su día animó incluso a la modelo Nuria Bermúdez, exagente del delantero jerezano Dani Güiza.

      PEPE

      E l fútbol se aleja cada día más del romanticismo. Transita en permanente contradicción. La crisis es galopante (más de 3.500 millones entre Primera y Segunda División), las deudas a los jugadores se disparan (al menos 40 millones) y una veintena de sociedades anónimas deportivas españolas se han visto abocadas a la Ley Concursal para no descender por impago. Pero los dueños que dan un paso atrás son la excepción. En muchos casos, los hilos del deporte rey no los mueven ni los presidentes, ni los directores deportivos, ni los entrenadores. Ni siquiera, los propios jugadores. Están en manos de representantes que trabajan con dirigentes por afinidad o puro negocio. El futbolista franquicia, tipo Butragueño, Casillas, Puyol o Xavi, ligado a su equipo del alma durante casi toda su carrera, es una especie en extinción. A los representantes les interesa mover el árbol del mercado para que los millones de las comisiones caigan como fruta madura.
      Virtuosos del balón son marionetas en manos de sus agentes. Recientemente, Agüero se presentó en el Vicente Calderón con su 'gente de confianza'. Persuadido por la empresa IMG, que también trabaja con Maradona, su suegro, el 'Kun' dio un golpe en la mesa e hizo público su deseo de salir del Atlético. Quiere irse al Real Madrid, el eterno rival, y se creyó que las negociaciones estaban muy avanzadas. A día de hoy, sin embargo, la única oferta es la de la Juventus, ni siquiera clasificado para la 'Champions'. Gonzalo Rebasa y Hernán Reguera, sus dos agentes, han roto entre ellos. El primero ya no trabaja para IMG pero el 'Kun' es esclavo de sus palabras. Tendrá que salir pero quizá no en las condiciones ni al destino soñados. Y si continúa, siempre será un traidor para la afición que le idolatró.
      El 'socio' de Mourinho
      Unas declaraciones de Ernesto Bronzetti, representante italiano y viejo asesor de Florentino Pérez, sobre un acuerdo entre el Real Madrid y el brasileño Neymar, un delantero de solo 19 años al que se compara con Ronaldo, abrieron todas las webs deportivas. Una demostración del poder de la profesión de moda en verano. El número uno del ranking es el portugués Jorge Mendes, un filón junto a Mourinho. Mendes, director de la empresa Gestifute, encarna el sueño de todo comercial americano. Comenzó con la gestión de vallas publicitarias en el Vianense, un club de la Segunda B portuguesa donde jugaba, luego abrió un videoclub y más tarde una discoteca donde conoció a Nunes, portero del Depor y de Osasuna, entre otros, que fue su primer representado.
      Catorce años después, el poder de Mendes en el fútbol es superlativo. En las redes sociales se suceden los comentarios sobre si el Madrid se ha convertido en su «sucursal» o en una «mafia» de los portugueses. Mendes goza de permiso para presenciar los entrenamientos y entrar en el vestuario tras los partidos, terreno vetado el curso pasado para Jorge Valdano.
      En cuatro años, el club blanco ha invertido cerca de 200 millones en jugadores representados por este agente. Pepe, Cristiano Ronaldo, Di María, Carvalho y, por supuesto, Mourinho, llegaron con su aval. Y Coentrao está cada día más cerca del Madrid pese a que el Benfica pide entre 25 o 30 millones por este lateral izquierdo joven y el club cuenta para ese puesto con Marcelo, elegido recientemente el mejor de la Liga de Campeones.
      Mendes y Mourinho son uña y carne. Allí donde coinciden, los negocios florecen. El técnico confía a pies juntillas en los hombres de su 'regente'. Exigió los fichajes de Carvalho, Paulo Ferreira, Cech y Tiago para el Chelsea, y en el Inter pidió a Motta y Quaresma. En total, cerca de 150 millones en movimientos. Y un buen pico para él. ¿Cuánto? En el mundo de los agentes, la comisión es como mentar la bicha. Nadie dice ni 'Mou'.
      El lado opaco del Barça
      El Barça, un ejemplo universal de trabajo bien hecho, también muestra su lado opaco. Tras una etapa en un segundo plano, irrumpió de nuevo en 2007 Josep Maria Orobitg, de la mano de Pep Guardiola, en un claro ejemplo de simbiosis entre representante y representado. El agente catalán, que consiguió en su día los mejores contratos posibles para el futbolista de Santpedor, recuperó un protagonismo en el club azulgrana con la llegada de Guardiola. Es indiscutible que el técnico acertó apostando por Sergio Busquets, pero nadie sabrá nunca si hubiera sido tan valiente de no ser un centrocampista representado por Orobitg, que también llevó a su padre, Carlos Busquets, en tiempos del 'Dream Team' de Johan Cruyff. Sus tentáculos se han extendido sobre jugadores del filial que ya han aparecido en el primer equipo como Martín Montoya, Jonathan Soriano, Sergi Roberto, Sergi Gómez, Cristian Tello...
      Con Orobitg mantiene una buena relación el hermano de Pep Guardiola, Pere, que también se ha hecho un hueco en el mundo de los agentes. Podría decirse que se reparten el pastel, aunque, salvo que se demuestre lo contrario, sus empresas son diferentes. A Pere Guardiola, que trabajaba con Sandro Rosell en el departamento de marketing de Nike, lo fichó Jaume Roures para MBS (Media Base Sports), desde donde lleva la imagen de Iniesta, aunque no su representación. Sí es el agente de los hermanos Alcántara, Thiago y Rafa, y de otras joyas del fútbol base como los cadetes Sergi Samper y Jon Toral, quien jugará en el Arsenal la próxima temporada. Un lío. Amigos, hermanos, el dueño de los derechos televisivos... Muchos sospechan que en el Barça algunos se están poniendo las botas, y no precisamente de fútbol, pero los excelentes resultados tapan cualquier posible crítica.
      El 'Atlético de Quilón'
      Filipe Luis y Mario Suárez, integrantes de la primera plantilla, también son de Quilón.
      En su momento se público, sin que nadie lo desmintiera, que Quilón, agente también del técnico Rafa Benítez, fue quien 'rescató' a Fernando Torres para el 'Spanish Liverpool', aunque los asuntos del 'Niño' los dirige 'Bahía Internacional', la empresa que lideró el mediático José Antonio Martín Petón.
      La desazón de la sufrida afición atlética, que se cuestiona por qué los dueños de su sociedad anónima se aferran al poder pese a quejarse de que la deuda se eleva a casi 200 millones y el fútbol les cuesta dinero, contrasta con el alegrón de Miguel Ángel Gil al ser elegido el mejor gestor de un club de fútbol en la gala de los 'Globe Soccer Awards' celebrada en el hotel Dubái Armani. Ahí también se eligió al mejor agente, honor que recayó en el portugués Jorge Mendes, quien cerró varias operaciones con el Atlético, como las de Maniche o Costinha, antes de convertirse en 'director deportivo de facto' del Real Madrid. Con buenos contactos, el oficio de intermediario resulta tan lucrativo que en su día animó incluso a la modelo Nuria Bermúdez, exagente del delantero jerezano Dani Güiza.

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